Una mala, algunos cambios y una muy buena... todo forma parte del camino hacia la libertad.
De las definiciones que la Real Academia Española da a la palabra "revolución" prefiero la cuarta: "Cambio rápido y profundo en cualquier cosa". Se trata de alejar los demonios internos, conocer los miedos, enfrentarlos y girar sobre mi eje tan rápido que me pueda transformar en un remolino de pasión. Esa que perdí.
Esa que estoy buscando.
La pasión y el entusiasmo del juego libre de crear que permiten a las manos moverse y a la mente abstraerse.
A menudo, cuando pinto, mi cuerpo se pone rígido como una roca, como si hubiera un batalla interna por entre lo que necesita salir y el miedo a reconocerlo.
Hoy es día de revolución. De seguir abriendo el camino y de seguir dejando atrás "la senda que nunca se ha de volver a pisar".
Hoy, más que nunca... o tan sólo más que otras veces, ya está en el aire girando mi moneda.
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