mayo 14, 2009

Mañana de sol



Son pasadas las once de esta mañana de feriado y, tanto la ciudad como yo, recién estamos despertando. 
Esta esquina tiene algo de místico para mi. Es amplia y aunque las baldosas de la vereda es de color gris, el sol la hace brillar. El pavimento es su extensión, y por más que sean muchos los autos que pasan por la avenida, tiene casi la tranquilidad de una plaza. 
Ese arbolito lleno de flores rosa en la vereda de enfrente, justo delante del antiguo edificio amarillento, le da a mi esquina un marco de calidez y vida. 
Me duele un poco la cabeza. Seguramente porque todavía estoy un poco somnolienta y por la congestión del cambio de estación.



                
 


Puro sol, cielo celeste, aire fresco. 
Para los seres urbanos como yo es un día ideal para disfrutar la calle. 
Voy a desayunar y, luego, a caminar un rato. 

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