En este momento estoy a menos de 24 horas de hacer mi "debut artístico": una locura que se me puso en la cabeza en el momento mismo de leer un mail de convocatoria.
Sin currículum, sin experiencia, recién empezando a formarme...
-¿qué estoy haciendo?
-Algo.
-¿Por qué? ¿Para qué?
- ¿Por qué no?
Y las frases recurrentes: porque en algún momento hay que empezar, porque nunca es tarde para dedicarse a lo que uno le gusta... y todas aquellas que explicaciones que hacen parecer a una locura menos loca.
¡Y prefiero la locura a la chata normalidad media!
En fin... o, mejor dicho, en principio: porque me entusiasma, me divierte, me da curiosidad... y todo eso es el motor de alegría. Ese juego que, como un niño, se disfruta sin necesidad de objetivo ni utilidad.
Decir y hacer sin mostrar credenciales.
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